El pasado 13 de julio, el vuelo de Ryanair con número de identificación FR7312, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia, tras la pérdida de presión en cabina.
El vuelo de Ryanair estaba realizando la ruta de Dublín (Irlanda) a Zadar (Croacia), pero cuando se encontraba en territorio alemán sufrió una pérdida de presión en la cabina, que puso fin al trayecto.
Una caída de 9.000 metros de altura
La pérdida de presión motivó además una caída del avión de 9.000 metros de altura, desde una altitud de 12.000 metros hasta menos de 3.000. En el avión iban 189 pasajeros.
Tras estabilizar el vuelo, se realizó un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Frankfurt-Hahn. La compañía hasta el momento no ha ofrecido explicaciones de por qué se produjo la pérdida de presión.
33 pasajeros hospitalizados
El problema de la presión y de la caída abrupta de avión durante una distancia tan grande, también tuvo consecuencias físicas para los pasajeros. 33 de ellos tuvieron que ser hospitalizados por sufrir mareos, náuseas y dolores de cabeza y de oídos.
Al cabo de un tiempo, al final el sábado un avión de sustitución retomó la ruta interrumpida del vuelo FR7312 y llevó a parte de los pasajeros hasta su destino original. Sin embargo, además de los 33 hospitalizados, también faltaron en su asiento muchos otros pasajeros, que en teoría no habrían querido seguir viajando con la compañía hasta Croacia.
Ryanair no ha emitido ninguna información relacionada tampoco con los servicios de ayuda a estos pasajeros. La compañía se encuentra así en una situación crítica, dado que a la eficiencia de sus aviones, se une la huelga de pilotos convocada para finales de mes, después de haber realizado una durante el pasado 12 de julio.