El pasado jueves 10 de marzo el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció de forma inesperada un nuevo paquete de medidas para estimular el crecimiento económico en la Unión Europea (UE). Entre las diferentes medidas anunciadas, la que más ha sorprendido de todas ha sido la relativa a fijar los tipos de interés al 0%, una medida histórica que, además, supone también la rebaja de un tipo de interés que ya estaba bastante bajo en el 0,05%.

Mario Draghi intentará motivar con esta y otras medidas una inyección de liquidez en toda la eurozona que permita estimular la financiación de proyectos, el abaratamiento de las hipotecas y un repunte de solicitud de nuevos créditos hipotecarios por una, en teoría, rebaja en el coste total de los préstamos a devolver.

La razón que justifica la adopción de estas medidas se encuentra en diferentes variables económicas en todo el mundo, destacando sobre todo la rebaja de la previsión de crecimiento que el Fondo Monetario Internacional (FMI) reformuló hace unas pocas semanas, que situaba a casi todos los países europeos por debajo de lo esperado. A su vez, la incertidumbre económica global, sobre todo protagonizada por la zona de Asia, hace necesario confiar en medidas propias y no en la influencia externa para conseguir mejorar la situación.

A la fijación de los tipos de interés en el histórico 0%, también hay que sumar otras importantes medidas como, por ejemplo, una facilidad de depósito que pasa del -0,2% al -0,4% y dos nuevas subastas de liquidez, conocidas como LTRO que, básicamente, lo que buscan es una rebaja para el euro, mucha mayor facilidad para conseguir y ofrecer préstamos entre bancos, a empresas y de forma personal, así como motivar la exportación, aunque en la contra la importación de productos se verá rezagada.