Fidel Castro, el emblemático líder cubano, falleció en La Habana el pasado 25 de noviembre a la edad de 90 años. Con su muerte se va una parte indispensable del siglo XX y se cierra una controvertida etapa de 60 años en la historia de Cuba dirigida por este militar revolucionario.

Castro tenía formación como abogado, doctor en Derecho Civil y licenciado en Derecho Diplomático. El líder de la revolución cubana llegó al poder tras derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista en 1959 y establecer el primer estado socialista de toda América.

Se mantuvo en el poder hasta 2006, año en el que delegó a favor de su hermano Raúl Castro, que ya lo acompañara en su ascenso revolucionario.

La vida política de Castro y la historia de Cuba durante estos años, así como la política internacional, estuvieron marcadas por el bloqueo impuesto a la isla por parte de Estados Unidos y por el acercamiento de Cuba a la Unión Soviética en los años de la llamada Guerra Fría.

El régimen castrista ha tenido partidarios y detractores. Los primeros reconocen y celebran, entre otros logros de la revolución cubana, el hecho de plantar cara al imperialismo estadounidense, la eliminación de la desigualdad social, su sistema de salud, uno de los mejores de América, y su sistema educativo, con una campaña de alfabetización  que prácticamente erradicó  el analfabetismo, que se ha exportado a otros países. Sin embargo, sus detractores han criticado la existencia de un partido único en Cuba y su condición de dictador, la falta de libertades, las violaciones de los Derechos Humanos y una mala administración económica, entre otros fallos del régimen castrista.

El gobierno cubano ha declarado nueve días de luto nacional. En estos días se rinde tributo a Fidel Castro en el memorial José Martí de la plaza de la Revolución de La Habana. Al mismo tiempo, por parte de algunos sectores, dentro y fuera de la isla, se vive la noticia con la esperanza de conseguir la democracia y las libertades para el pueblo cubano.