Javi Fernández consiguió su quinta medalla como campeón de Europa de patinaje artístico. Fue en Ostrava (República Checa). No fue fácil y, según él mismo reconocía horas después de su victoria, hubo fallos y caídas pero luchó lo suficiente como para alzarse con la victoria.
El madrileño sumó un total de 294,84 puntos en los dos programas. Finalmente, con un programa libre a ritmo de Elvis Presley logró imponerse a sus rivales con claridad en la final (más de 28 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el ruso Kovtun).
Además, consiguió igualar un récord. Y es que desde 1973, desde los tiempos del eslovaco Ondrej Nepela, ningún patinador había conseguido encadenar cinco títulos de Europa seguidos.
Más allá de esta nueva victoria, lo que consigue Javi Fernández es consolidar su leyenda, forjada a base de esfuerzo desde que comenzó su carrera en Majadahonda. Carrera que cobró un impulso especial a partir de 2011, cuando el español marchó a Canadá para ponerse a las órdenes del entrenador Brian Orser. A partir de ese momento empezó a cosechar éxito tras éxito.
La siguiente cita importante serán los campeonatos mundiales de Helsinki, donde las cosas serán más difíciles todavía. Pero Fernández tiene la mirada puesta sobre todo en los Juegos de Invierno de 2018 en Pyeongchang (Corea del Sur), en los que intentará conseguir una medalla, algo que de momento no ha conseguido este joven madrileño de 25 años.
Gracias a él, mucha gente habla de patinaje y crece la afición por este deporte en España. Es el mejor patinador de la historia de este país, medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, doble campeón del mundo, en 2015 y 2016, y cinco veces campeón de Europa (2013, 2014, 2015, 2016 y 2017), por no citar sus campeonatos de España y el resto de sus trofeos… un registro al alcance de muy pocos.