Cuando hablamos de una editorial, además de pensar en los editoriales de periódicos y revistas en los que podemos ver la opinión de la publicación sobre un tema concreto, solemos pensar también en las editoriales en las que se publican nuestros libros favoritos, los libros de texto, libros históricos o libros y obras de cualquier tipo. Sin embargo, en los últimos años, en los que hemos asistido al nacimiento y la evolución de la tecnología hasta el punto de que esas tecnologías están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida, el mundo editorial adquiere otra nueva dimensión.
Y es que aunque el mundo editorial común y el mundo editorial digital cuenta con muchas similitudes, tal como podemos ver en páginas especializadas en editoriales como Signo Editores, no menos cierto es que también cuentan con un gran número de diferencias que hacen que en ocasiones podamos pensar en el mundo editorial como algo contrario al mundo digital.
Cabe decir que a pesar de esas diferencias, el tiempo ha demostrado que una se complementa y se completa de la otra. El resto es cuestión de preferencias, ya que aunque el mundo digital gana cada vez más terreno, hay quienes aún se resisten a leer su libro favorito o a estudiar lecciones a través de la pantalla del ordenador en libros digitales.
Esa es precisamente una de las grandes y más obvias diferencias, y es que mientras en el mundo editorial aún se siguen publicando toda clase de libros y publicaciones en formato físico de papel, en el mundo digital basta con tener un ordenador, Tablet o e-book para poder tener en un mismo aparato todos nuestros libros.
La ventaja que ofrece el mundo editorial digital es que podemos llevar en el bolso o el bolsillo todos aquellos libros que queramos y poder leerlos en cualquier lugar, ya estemos en el autobús, en la pausa del trabajo, en la playa o en la sala de espera de una consulta médica.
Sin embargo, los amantes del mundo editorial tradicional defienden el formato físico alegando la emoción y la belleza de sostener un libro en las manos. También alegan que aunque no puedan llevar gran cantidad de libros al mismo tiempo como sí ocurre en el formato digital, en este caso pueden disfrutar de tener el libro o su obra favorita en la librería personal de su hogar para poder disfrutarla cuantas veces quiera sin el miedo a que una avería tecnológica pueda hacer que perdamos toda esa información.