Según se ha conocido por el estudio sobre transporte público realizado por la OCU, en 18 grandes ciudades españolas, el servicio de transporte público en España es ahora más puntual, ahora bien, a costa de un servicio más caro y menos frecuente. De hecho, las líneas de autobús en España han reducido la frecuencia en los últimos años.
De todas las ciudades españolas Madrid es la que cuenta con el servicio de transporte urbano más caro con un precio de abono mensual cercano a los 54,60 euros. Le sigue Barcelona con 52,75 euros y Valencia con 45 euros. Las ciudades más económicas son Bilbao, Badajoz y Logroño con un precio de entre 30 y 34,60 euros.
Por otro lado, Madrid puede presumir de contar con uno de los sistemas de transportes más puntuales, con retrasos por debajo del 10%, cifra comparable a la de ciudades como Logroño y Pamplona. Las Palmas de Gran Canaria y Murcia se sitúan como las ciudades más impuntuales, donde uno de cada tres autobuses llega con retraso.
La OCU indica que se ha conseguido una cierta mejoría en cuanto a puntualidad si se comparan los datos obtenidos con los del estudio realizado en 2005. Aun así la subida de precios ha sido más considerable, con la excepción de Palma de Mallorca, única ciudad en la que se ha abaratado el abono de transporte.
En cuanto al metro el análisis de la OCU no ha detectado muchas variaciones, con la salvedad de Valencia, que ha pasado a convertirse en la ciudad donde el metro más se retrasa (dos de cada diez trenes de metro).
En cuanto al servicio de cercanías con el que cuenta Madrid y Barcelona, el estudio revela que mientras en la primera las demoras sobre la frecuencia anunciada afectan al 6% de los trenes, en la ciudad condal los retrasos afectan únicamente a uno de cada cinco.