El Barça fue humillado en París por el Paris Saint Germain (PSG) en la fase de octavos de final de la Champions League. El resultado de 4-0 pudo ser más abultado y todo indica que el equipo dirigido por Luis Enrique dirá adiós al campeonato, a no ser que se produzca el milagro en el partido de vuelta previsto para el 8 de marzo en el Camp Nou.
El Barcelona F.C. se mostró absolutamente falto de reflejos para reaccionar y estuvo durante todo el encuentro en clara inferioridad frente a un PSG inspirado con un Unai Emery, entrenador del conjunto francés, al que todo le salió bien y que superó en todo momento la táctica de su rival Luis Enrique, entrenador del conjunto azulgrana.
La impresión general es que el Barça perdió algo más que un partido y la posibilidad de continuar en el campeonato. Fue la constatación definitiva de que este equipo no funciona y de que habría que construir un nuevo combinado en torno a sus grandes estrellas, como los Messi, Iniesta, Piqué, etc.
La situación de Luis Enrique es más que delicada y su salida del club podría estar cercana, mucho más tras una derrota como ésta, de las que dejan huella. El entrenador no tuvo excusas para el contundente resultado, fue realista, asumió la responsabilidad de la derrota y calificó el partido del Barça como “un desastre”, a la vez que se refería al juego del equipo rival como efectivo. No obstante, el técnico asturiano se quejó del trato que recibe por parte de la prensa.
Sin embargo, también señaló que el Barça ha demostrado en muchas ocasiones su capacidad de lograr buenos resultados, así que no pierde la esperanza de que se produzca la sorpresa en el partido de vuelta aunque reconoció que será difícil.