Miramos los datos de españoles que entran cada día a países como Reino Unido o Alemania y nos damos cuenta de la cruda realidad de nuestro país. A pesar de que ya están llegando voces de recuperación y frenada de la caída, la verdadera situación es esa, que cada día más jóvenes españoles ponen rumbo hacia una ciudad extranjera para conseguir la oportunidad que se les está negando en España.
Jóvenes, muchos de ellos, formados en universidad españoles con beca otorgada por el Ministerio de Educación. Un gasto en educación enorme que ahora está siendo desaprovechado por nuestro país. Estamos, no sólo desperdiciando ese dinero gastado por el estado, también hipotecando el futuro de las generaciones venideras. Una economía que no utiliza la investigación en ciencia e ingeniería, es una economía que no podrá avanzar. O si lo logra conseguir, siempre lo hará con una velocidad menor que el resto de países que si han optado por esta inversión en investigación.
El problema de nuestro país se ve de lejos. El estado no quiere gastar en investigación porque los ingresos llegan a 5-10 años vista, cuando ya han pasado más de unas elecciones. Otros países si optan por esta inversión y no dudan en contratar a ingenieros y científicos de España para lograr novedades en distintos campos que, a la larga, permita obtener al propio estado dinero y a las empresas del país grandes beneficios económicos y avances gracias a las investigaciones que han sido realizadas por los propios profesionales españoles.
Una lástima que se esté dejando la oportunidad de aprovechar a todos y cada uno de los licenciados españoles. Más cuando estamos en un momento en el que hay una gran cantidad de españoles formados en nuestras universidades capaces de levantar a nuestro país de la crisis si tuvieran el apoyo necesario por parte de las autoridades.