Portugal ha conseguido sorprender una vez más a los analistas del turismo. Mientras justo tras la frontera, en España, el turismo sufre su primer retroceso en años, el país luso mantiene un crecimiento constante y destacable.
Los ingresos en turismo internacional han crecido en los primeros 7 meses del año un 12,9%. Acumula así el país hasta 8.913 millones de euros. Lo más sorprendente de todos es la ecuación obtenida. El número de visitantes solo ha crecido un 1,6% más, pero los ingresos obtenidos se han disparado.
Una oferta turística diversificada
Uno de los aciertos de Portugal, inexistente en otras estrategias internacionales como le ha sucedido a España, consiste en la diversificación del servicio turístico.
Frente al turismo de sol y playa tan socorrido entre países del Mediterráneo, donde se han sumado a la competencia de nuevo Túnez y Egipto, Portugal también ha ofrecido el turismo urbano como un reclamo atractivo para muchos turistas que, sobre todo en la época ya cercana al otoño quieren seguir disfrutando del buen clima en Portugal, pero sin necesidad de buscar alojamiento justo frente a la arena.
En esta diversificación del servicio se incluye una oferta de calidad, en la que se incentiva más un alojamiento para turistas de mayor poder adquisitivo y que puedan invertir mayor cantidad económica en el país en servicios y productos lusos.
Un impulso al turismo internacional alternativo
Entre las medidas con las que impulsar el turismo en Portugal, se identifica el aeropuerto de Lisboa como uno de los enclaves que más necesita inversión, pese a que cada vez cuenta con mayor cantidad de rutas abiertas desde otros países.
Al mismo tiempo a estos turistas internacionales se les ofrece una experiencia alternativa a la tradicional, como la que ofrece el turismo sostenible, que en otras regiones como América Latina ha demostrado tanto su atractivo como su rentabilidad.