El pasado viernes 4 de marzo se celebró en el Congreso de los Diputados de España el proceso de votación de investidura que el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, había iniciado tras disposición del rey, don Felipe VI.
Sánchez obtuvo 130 votos con el apoyo de los miembros de su partido y de Ciudadanos principalmente, sin embargo no es suficiente para conseguir la presidencia dado que el mínimo de votos necesario era de 176. Tanto Partido Popular (PP) como Podemos fueron los principales partidos que se opusieron a la investidura de Sánchez y, en total, 219 votos se situaron en contra del proceso de investidura, por lo que el Gobierno en España sigue sin estar definido a día de hoy.
A partir de ahora se abre un nuevo periodo de dos meses en el que los partidos políticos vuelven a tener la oportunidad de formar Gobierno en base a negociaciones entre ellos, ya que ninguno logra por sí sólo la investidura.
El objetivo ahora es intentar lograr una nueva investidura por candidato propuesto por el Rey (que puede proponerlo o negarse a ello), para lo que hay de fecha máxima hasta el 3 de mayo. En caso de que no se consiguiera este objetivo, algo que cada vez cobra más opciones, se convocarían unas nuevas elecciones generales para el día 26 de junio, tras las que el objetivo volvería a ser que algún partido político o coalición de ambos consiguiera gobernar.
En la actualidad el Gobierno se encuentra en funciones desde hace 80 días. En el supuesto más largo, esta situación podría extenderse entre 3 y 4 meses más. Sin embargo, se trata de todo un proceso nuevo en la democracia española, ya que nunca se había dado esta situación.