Son jóvenes, mujeres y van armadas con sus lápices de colores y altas dosis de creatividad. El fenómeno de la ilustración femenina ha puesto patas arriba el mundo editorial en los últimos años y nombres como Sara Herranz, Moderna de Pueblo o Paula Bonet suenan cada día con más fuerza.

Estas jóvenes ilustradoras, que plasman en el papel la forma de vida, las relaciones personales y laborales y los amoríos de la generación 2.0 viven actualmente su momento más dulce y ven como sus dibujos se convierten en protagonista de todo tipo de productos, desde libros hasta agendas. Algo que también pasa con jóvenes dibujantes como Sara Fratini o Lucia Be. Cada cuál con su particular estilo y con su especial forma de ver el mundo y las relaciones sociales.

El auge de la ilustración femenina parece no tener, de momento, techo y cada vez son más los productos que llevan el sello de estas artistas. Sin ir más lejos, Sara Fratini, venezolana afincada en Italia pero formada profesionalmente en Madrid y Francia, acaba de poner a la venta su línea de calendarios y planificadores, pero también cuenta en su tienda online con láminas y libros. De la misma manera, Lucia Be (valenciana que dejó por amor su ciudad y su trabajo de periodista para irse a vivir al campo donde dio salida a su creatividad), no para de generar productos que automáticamente se convierten en un éxito. Láminas, posters y, recientemente, un libro y también una agenda donde expone su particular visión de la vida, llenan las estanterías virtuales de su E-shop, desde donde son enviadas a todos los puntos de la geografía española.

La agenda, el producto estrella

Productos muy personales, con sello de autor que se venden muy bien gracias a este toque indiscutible de feminidad y modernidad. Un abanico en el que la agenda suele ser el producto estrella, ya que se trata de un elemento útil, de uso diario y que durante mucho tiempo ha sido poco atractivo (o, para decirlo de otro modo, más funcional que estético). Sin embargo, esto es algo que está cambiando gracias al auge de las agendas personalizadas y a la aparición de empresas que ofrecen variadas opciones de personalización, además, claro está, de la irrupción en el mundo de la papelería de estas jóvenes ilustradoras con sello propio. Unas ilustradoras que han dado un auténtico vuelco a productos como las ya mencionadas agendas, pero también a otros, como los organizadores de mesa o los calendarios.

Féminas, todas ellas, que tienen muy claro que el dibujo puede ser masculino, pero la ilustración tiene nombre de mujer.