ETA se encuentra en pleno debate interno para decidir exactamente cuál será su función una vez se disuelva. Según ha comunicado la dirección, una vez completado su proceso de desarme definitivo iniciado  en abril de este año, la decisión a tomar debe marcar un camino hacia el que se debe dirigir la banda con el objetivo de facilitar el proceso independentista popular y conseguir el derecho a decidir.

En un comunicado emitido al diario Gara señalan que este proceso de debate interno se lleva a cabo en toda la organización, analizando las diferentes fases de su historia. Basándose en este análisis la banda tiene la vista puesta en el futuro para tomar decisión sobre la función exacta a desempeñar y el ciclo de ETA.

La dirección de la banda tiene completamente asumido que se encuentra a un paso de la disolución como organización terrorista para pasar a ser un agente que favorezca el proceso de independentismo popular dentro de Euskadi. Así pues, ETA discute de puertas para adentro qué fórmula emplear para disolverse como banda armada al mismo tiempo que pasa a convertirse en otra estructura diferente que sea capaz de seguir desarrollando su papel en la política del País Vasco.

Según David Pla, el último jefe del aparato político de ETA, encarcelado en una prisión francesa, después del desarme, la banda terrorista se declarará “organización desarmada” y entrará en un periodo de reflexión. No se descarta que la banda siga desarrollando su actividad como “organización socio-política desarmada”.

Mientras tanto, el Gobierno Vasco está reclamado al español otro trato para los presos de ETA que pueda facilitarles beneficios penitenciarios y el acercamiento de los presos a cárceles próximas al País Vasco. Sin embargo, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha declarado que primero tiene que producirse la disolución definitiva de ETA, la entrega definitiva de las armas, pedir perdón y mostrar arrepentimiento.