“Son mis últimos juegos”, ha declarado Usain Bolt al presentarse ante los medios sobre el escenario de la Cidade das Artes, en Río de Janeiro, antes de advertir que se marchará dejando el pabellón bien alto, ya que intentará bajar de los 19 segundos en la prueba de los 200 metros.
Será difícil, reconoció la megaestrella del atletismo mundial, ya que se ha perdido semanas de entrenamiento debido a una lesión que sufrió en el preolímpico de Jamaica, pero habrá que ver cómo evoluciona sobre la pista y si su fortaleza mental es capaz de superar al resto de sus rivales.
El atleta jamaicano buscará repetir el triple oro en estos juegos en las pruebas de 100 metros, 200 metros y 4×100 metros, como ya hizo en los juegos olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012. Su principal rival en estos juegos será el estadounidense Justin Gatlin.
En cualquier caso, su retirada no será ni mucho menos inmediata, ya que los próximos campeonatos del Mundo de 2017, que se celebrarán en Londres, entran dentro de sus planes. Lo que ya no aseguró es si competirá en los de 2019.
Hasta ahora Bolt siempre se había mostrado ambiguo al hablar de su futuro deportivo. El velocista está próximo a cumplir los 30, de hecho los cumplirá el día de la ceremonia de clausura de estos mismos juegos.
Declaró también que el atletismo es su vida y que lo echará de menos, aunque no a los periodistas -bromeó. Mostrando su faceta de showman más acusada, bailando samba junto a unas esculturales bailarinas brasileñas, Bolt afirmó que se considera ante todo un atleta. Afirmó que es un velocista, pero que le gusta entretener a la gente y hacer que la experiencia para ellos sea un poco diferente.