Sorpresa esta mañana al levantarnos y enterarnos de la muerte del presidente del Banco Santander Emilio Botín. El motivo de su fallecimiento en su domicilio de Madrid a los 79 años de edad ha sido un paro cardíaco. La propia entidad ha sido la encargada de dar a conocer la noticia mediante un frío comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Los restos de Emilio Botín descansarán en paz en la población de Cantabria de Puente de San Miguel donde será enterrado. Emilio Botín, presidente del banco más importante de España, pertenecía a una saga familiar de larga tradición financiera. De esta manera ha sido padre, hermano, hijo, sobrino, nieto y bisnieto de banqueros.

Sus inicios en el Banco Santander se remontan a 1958 y ostentó diferentes cargos. 6 años es el tiempo que tardó en convertirse en director general para posteriormente, en 1986 pasar a ser presidente de la entidad en sustitución de su padre. Ahora toca el turno de que la comisión de nombramiento y el consejo de administración se reúnan el mismo día de su fallecimiento para nombrar al que será el nuevo presidente del banco.

Las apuestas apuntan a que su hija Ana Patricia, quien ya es consejera delegada en la filial británica, sea la elegida por el consejo de administración. De hecho, el tema de la sucesión al mando de la entidad es algo que viene coleando desde hace tiempo y todo parece indicar que estaba ya más que pactado desde hace unos meses.

Muchos expertos están impacientes por conocer la dirección y el rumbo que tomará el banco con una nueva cabeza visible. De momento en el mercado el golpe por la muerte de Emilio Botín se ha traducido con un descenso en la cotización de las acciones de la entidad de un 2%. Veremos que ocurre con el nombramiento de un nuevo presidente y la evolución del mercado en los próximos días.