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En Procomo nos explican qué es la cédula de habitabilidad y cómo obtenerla

A la hora de comprar o vender una vivienda, uno de los documentos que se pueden requerir es la cédula de habitabilidad, con la que se acredita que esta reúne las condiciones mínimas para que las personas puedan vivir en ella.

Para saber más sobre este documento hemos hablado con la constructora madrileña Procomo, que nos va a contar todo lo que debemos saber acerca de la cédula de habitabilidad.

¿Qué es la cédula de habitabilidad?

La cédula de habitabilidad es un documento expedido por un ayuntamiento que certifica que una vivienda cuenta con las condiciones necesarias para ser habitada, sin perjuicio de que tengan lugar en la misma otras actividades que cuenten con la debida autorización.

A la hora de conceder la cédula de habitabilidad se tienen en cuenta determinados aspectos de la vivienda como sus estancias, superficie útil, etc. Un arquitecto técnico o superior supervisa todos estos elementos, que posteriormente son valorados por un técnico municipal que es quien decide si se emite la cédula de habitabilidad o no.

Es importante no confundir la cédula de habitabilidad con el certificado de habitabilidad, que es el informe que hace el arquitecto en primer lugar una vez que ha comprobado las condiciones de la vivienda.

¿Qué tipos de cédulas de habitabilidad existen?

Según la antigüedad de la vivienda, se pueden emitir tres tipos de cédulas de habitabilidad:

¿Quién puede pedir una cédula de habitabilidad?

Tal como nos explican en Procomo, esto depende del ayuntamiento en cuestión, pero normalmente puede solicitar la cédula de habitabilidad el propietario del inmueble o su representante autorizado para ello.

¿Cómo se obtiene la cédula de habitabilidad?

Como hemos comentado ya, es un arquitecto quien tiene que comprobar el estado del inmueble, por lo que será necesario contratar sus servicios.

Este profesional se personará en la vivienda y se cerciorará de que esta reúne las condiciones necesarias para obtener la cédula de habitabilidad en la comunidad autónoma correspondiente.

Una vez que haga la inspección, elaborará un certificado que tendrá que ser supervisado por el Colegio de Arquitectos. A su vez, este documento será presentado al ayuntamiento, que es la administración que tiene la última palabra a la hora de emitir la cédula de habitabilidad.

¿Se puede vender una vivienda sin la cédula de habitabilidad?

Hay determinadas comunidades autónomas en las que es necesario que una vivienda cuente con una cédula de contabilidad para proceder a su venta. Concretamente se trata de Cantabria, Asturias, Cataluña, Murcia, La Rioja y Navarra.

En las demás comunidades no es obligatorio, pero también se puede obtener este documento y es recomendable hacerlo para evitar problemas en el futuro entre las partes del contrato de compraventa.

No obstante, desde Procomo nos explican que hay determinados casos en los que se puede vender un inmueble que no tiene cédula de habitabilidad. Si por ejemplo se tiene la intención de derribar la vivienda o al menos de reformarla, se puede comprar sin la cédula de habitabilidad, ya que en estos casos no es necesario que el inmueble cuente con las condiciones necesarias para vivir en él actualmente.

Por otro lado, si no es posible presentar el certificado de habitabilidad antes de la transmisión de la vivienda por causas justificadas, se puede hacer de forma posterior. Para esto hay que presentar la solicitud de la cédula de habitabilidad registrada, acreditando de este modo que la vivienda reúne los requisitos para obtener este documento.

Tampoco hay que tener una cédula de habitabilidad cuando se va a comprar un inmueble para un uso distinto al de vivienda. Es necesario que las partes reconozcan expresamente este hecho para poder proceder a la compraventa sin contar con este documento.

¿Qué ocurre si se vende un inmueble sin cédula de habitabilidad?

En Procomo nos explican que si se vende una vivienda sin contar con la correspondiente cédula de habitabilidad, en aquellas comunidades autónomas en las que este documento es obligatorio, el vendedor puede tener que hacer frente a una multa bastante alta. El comprador también puede tener problemas.

¿Cuánto cuesta la cédula de habitabilidad?

No se puede hablar de un precio exacto de este trámite, porque dependerá en primer lugar de los honorarios del profesional que haga las inspecciones. Sin embargo, en Procomo nos explican que a partir de unos 60 euros se podría contratar a un arquitecto para que realice las comprobaciones necesarias.

Por otro lado, hay que pagar las tasas que corresponden en cada caso, según el ayuntamiento. Así por ejemplo, esta tasa es de unos 100 euros en el caso de Madrid, precio que puede subir en función del inmueble.

¿Es necesario renovar la cédula de habitabilidad?

Sí, la cédula de habitabilidad se debe renovar si han transcurrido un cierto número de años desde que se solicitó la licencia de primera ocupación, en función de cuándo se expidió la cédula:

Esto es así para las cédulas de primera ocupación

En el caso de las cédulas de segunda ocupación y las cédulas de primera ocupación por rehabilitación, normalmente hay que renovar a los 15 años, aunque esto dependerá de la comunidad autónoma. 

Si se pierde la cédula de habitabilidad, ¿se puede solicitar un duplicado?

En caso de extravío, se puede solicitar un duplicado de la cédula de habitabilidad al ayuntamiento o a la Consejería de Vivienda en su caso, siempre y cuando se trate de una cédula de habitabilidad que se encuentre en vigor.

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