El cuadro más caro de la historia es el “Salvator Mundi”, una interpretación de Jesucristo pintada por el gran genio del Renacimiento italiano Leonardo Da Vinci.

El cuadro fue vendido el mes pasado por la astronómica cantidad de 450 millones de dólares. La cifra supera en más del doble a los cerca de 180 millones de dólares que se pagaron en 2015 por “Las mujeres de Argel (Versión O)” de Pablo Picasso.

Durante varias semanas se mantuvo el misterio acerca de quién había sido el potentado comprador de esta obra maestra. La casa de subastas Christies no había revelado la identidad del comprador, hecho que generó una ola de expectación sobre quién podría ser la persona que lo había adquirido.

Después de realizar una investigación, el New York Times ha hacho público que el nuevo propietario de este cuadro es el príncipe saudí Bader bin Abdalá bin Mohamed bin Farhan al Saud.

Se trata de un príncipe poco conocido emparentado de forma lejana con la familia real de Arabia Saudí. Por lo que se conoce tiene negocios en sectores como las telecomunicaciones, inmobiliario, energía y reciclaje.

Así pues, “Salvator Mundi” es la única obra de Leonardo Da Vinci que pertenece a un particular, según el acuerdo alcanzado con la casa de subastas.

El mismo día que el New York Times daba a conocer la noticia, se publicaba también que el cuadro se expondrá en el Museo del Louvre de Abu Dabi, la única sucursal que este museo tiene fuera de Francia, que cuenta con alrededor de 600 obras y que se considera el primer museo universal en el mundo árabe. Por cierto, que no es el primer Da Vinci que alberga el Louvre de Abu Davi. Entre las obras que expone también se encuentra La Belle Ferronnière, que le fue prestado por el Louvre de París.