Según opinan diversos expertos, en un futuro cercano habrá que sufragar parte de las pensiones a través de impuestos.
Todo parece indicar que el sistema de pensiones no va a resultar sostenible a medio plazo. Si atendemos proporcionados por el INE (Instituto Nacional de Estadística) ya señala que en 2015 las muertes superaron a los nacimientos por primera vez desde 1941. La situación es fácil de adivinar: cada vez menos trabajadores tienen que soportar las pensiones de una población con cada vez más personas mayores.
Mientras, la hucha española de las pensiones sigue vaciándose para atender otras necesidades. Se dice que a este ritmo, el fondo de las pensiones se acabará en 2018. En concreto, el gobierno volvió a echar mano de este fondo en junio para poder pagar la extra de las pensiones.
En este contexto, desde el sector público, y desde los bancos, se ha llevado a cabo una campaña de concienciación para que los ciudadanos empiecen a invertir en planes de pensiones privados. No obstante, la crisis económica que se ha vivido en España, de la que todavía no hemos salido realmente (la cifra de parados todavía es muy alta), que se ha saldado con despidos, recortes salariales, pérdidas de empleo o empleos a tiempo parcial, no ha propiciado que los ciudadanos puedan destinar parte de sus ingresos a un plan de pensiones.
La situación ha abierto el debate y son muchas las opiniones que apuestan por una solución que vincule pensiones e impuestos para aliviar al sistema y que no se soporte sólo con unas cotizaciones que, hoy por hoy, son insuficientes.
Por ejemplo, la aseguradora Mapfre asegura que España no va a tener capacidad para crear el empleo necesario para soportar con sus cotizaciones las pensiones de millones de pensionistas que, además, van en aumento.