La creación de la sociedad cooperativa de crédito Bantierra en 2011, a partir de la fusión de Multicaja (Caja Rural Aragonesa y de los Pirineos) y Cajalón (Caja Rural de Aragón), ha puesto de manifiesto la fortaleza y vigencia de un modelo de actuación en el ámbito financiero en el que la apuesta decidida por el ámbito local, la priorización de sus principios fundacionales sobre la maximización de beneficios y, sobre todo, la concepción de una estructura que garantice la proximidad y cercanía al cliente, constituyen la piedra angular de una filosofía de negocio que se mantiene inalterable con independencia del paso de los años y de la situación económica que caracteriza la coyuntura actual.

Es precisamente en aquellas entidades netamente comprometidas con su entorno, como Bantierra, en las que se pone más claramente de manifiesto el marcado carácter dual de las sociedades cooperativas de crédito, que aúna de forma magistral su papel como entidad financiera con su carácter indiscutible como sociedad cooperativa.

Esta dualidad es, por tanto, esencial a la hora de realizar un análisis pormenorizado de la definición e implementación de los objetivos estratégicos de Bantierra, ya que pone de manifiesto la existencia de una cultura empresarial propia basada en la consideración de dos aspectos fundamentales:

• La integración en la práctica empresarial de unos principios cooperativos firmes, que hacen que la gestión diaria de la entidad se sustenten en el respeto a los valores éticos, las buenas prácticas bancarias y la gestión democrática de la institución.

• La orientación decidida de todas sus actuaciones hacia la plena satisfacción de sus socios cooperativistas y sus clientes, que en el caso de Bantierra se materializan en el análisis y optimización constante de aquellas medidas que fomenten su vinculación territorial y sectorial, como único mecanismo útil para la consecución de una proximidad efectiva, a través de la especialización y adaptación de su oferta de productos y servicios a las necesidades reales y expectativas de sus clientes y usuarios.

Elementos distintivos del modelo de negocio de Bantierra

A partir de las consideraciones expuestas anteriormente, se pueden establecer una serie de elementos que caracterizan la filosofía de actuación de Bantierra en el ámbito financiero, los cuales pasamos a exponer detenidamente a continuación:

• Identificación de los valores éticos y la trasparencia empresarial como pilares fundamentales de su modelo de negocio, mediante el mantenimiento de la estructura de sus órganos de dirección y administración muy próxima a los distintos territorios en los que la entidad está presente, con objeto de no perder la perspectiva real de la sociedad en la que desarrolla sus actuaciones de inversión y financiación.
• Apuesta decidida por el arraigo territorial de sus actividades financieras, tomando como referencia el desarrollo empresarial, laboral y productivo de aquellas personas y empresas que residen en las zonas geográficas en las que esta entidad está presente.

Asimismo, este arraigo se extrapola también hacia el ámbito sectorial, dado su apoyo manifiesto a la implantación y crecimiento de todas aquellas entidades relacionadas con la economía social.

• Proximidad al cliente y afianzamiento de las relaciones con sus clientes tradicionales como eje central de su modelo de negocio y del compromiso con todas aquellas personas que han contribuido a que Bantierra sea, actualmente la quinta sociedad cooperativa de crédito a nivel nacional por tamaño y Volumen de Activos.
• Apoyo y acompañamiento a aquellos sectores de actividad que tienen un efecto multiplicador sobre el desarrollo económico y laboral de su ámbito de actuación, es decir, hacia aquellos sectores que potencian activamente la creación de riqueza y empleo en un territorio, como son el colectivo emprendedor, los autónomos y la pequeña y mediana empresa de carácter local.

Fruto de este compromiso con el tejido empresarial local se puede observar la implicación de Bantierra con distintos proyectos relacionados con el sector agropecuario, la industria alimentaria, el turismo rural, las energías renovables o el sector mediambiental.

Fomento por el desarrollo social, cultural y educativo de las personas que residen en su ámbito de actuación, a través de los proyectos emprendidos por su obra social, la Fundación Caja Rural de Aragón – Bantierra.