Después de la decepción del multimillonario combate Mayweather-McGregor, ese combate entre un grande del boxeo y otro de la UFC con reglas de boxeo, contra el que habían advertido muchas voces autorizadas de este deporte, y que no pasó de ser un aceptable espectáculo, llega el momento de saborear un evento pugilístico de primer orden.
Saúl “Canelo” Álvarez y Gennady Golovkin son dos de los grandes boxeadores de la actualidad dentro de la categoría de los pesos medios, aquella que los expertos reconocen como categoría reina del boxeo porque combina a la perfección elasticidad, rapidez y potencia de pegada. Ambos se verán las caras el próximo 16 de septiembre en Las Vegas. En juego estarán los cuatro cinturones mundiales de las distintas federaciones de boxeo: IBF World, International Boxing Organization , WBA y WBC. O lo que es lo mismo, la Federación Internacional, la Organización Internacional, la Asociación Mundial y el Consejo Mundial de Boxeo.
Una unificación de estas características no se ve con frecuencia. Hasta los años 60 sólo se reconocía un solo campeón mundial por categoría. Después, a la llamada del negocio surgieron escisiones y diferentes organismos que reconocían a sus propios campeones. Por eso, hoy en día tiene tanta trascendencia una de estas peleas de unificación, en este caso es como reconocer al campeón único del peso medio.
Un mes antes del duelo entre el mexicano y el kazajo ya se habían vendido las 20.000 localidades del T-Mobile Arena de Las Vegas. Las entradas van desde los 300 hasta los 5.000 dólares. El estilo más estilista de Canelo se opone al pegador Golovkin, un duelo de pesos medios que se presenta emocionante de verdad, y en el que la edad (los 27 del mexicano frente a los 35 del de Kazajistan) puede ser un factor determinante.
Una victoria de Canelo lo consagraría como uno de los grandes pesos medios de su época; una derrota sería la segunda de su carrera (la anterior fue contra Mayweather) y podría significar el inicio de su declive. Para Golovkin, de palmarés invicto, vencer a Canelo puede consolidar su reinado y una derrota, con 35 años, podría señalar el camino de la retirada.
