Cada mes llegan las cifras acerca del paro. Hay quienes defienden al ver los números que ya hemos salido de la crisis. Sin embargo, parece que las consecuencias de esta se dejan notar en aspectos como la precariedad del empleo que se está creando en los últimos tiempos.
Según el Informe Anual 2016 del Banco de España, elaborado y publicado por este organismo, más de la mitad de los puestos de trabajo creados desde finales de 2013 son temporales. Un dato que pone en evidencia la tendencia creciente al trabajo precario que caracteriza nuestro mercado laboral.
El Banco de España alerta sobre esta tendencia hacia el trabajo precario, ya que produce «una elevada volatilidad de la contratación», y repercute negativamente en la productividad de los trabajadores, tanto los temporales como lo indefinidos.
El documento recoge una disminución de la tasa de paro en los últimos años, que ha reducido la cifra de desempleo hasta el 18,75% en el primer trimestre de 2017, 8,2 puntos por debajo de la cifra más alta alcanzada en el primer trimestre de 2013.
No obstante, el Banco de España señala que la cifra está todavía muy por encima de las de la mayoría de los países de la zona euro.
Por otro lado el informe también señala que la creación de empleo se produce en un contexto de moderación salarial, con lo cual nuestros trabajadores son comparativamente más pobres de lo que lo eran al inicio de la crisis. Así pues, en conjunto la remuneración por asalariado ha registrado una tasa de variación nula en 2016, mientras que en el sector privado se ha registrado un descenso de las remuneraciones del 0,2%.
Este organismo afirma que las reformas de la Seguridad Social provocarán una disminución del importe de la pensión media con respecto al salario medio. Por lo tanto, una de las tareas en materia económica debería ir encaminada a determinar la relación deseada entre los salarios y las pensiones y establecer los medios para garantizar la supervivencia del sistema de pensiones.
Otro aspecto que resalta el Banco de España en este documento es el progresivo envejecimiento de la sociedad española que supone cada año un gasto mayor en cuanto a pensiones. Según las estimaciones hechas por la Comisión Europea en su último informe sobre el envejecimiento de la población la tasa de dependencia, que se define como el cociente entre el número de pensionistas y la población en edad de trabajar va a aumetar entre 2015 y 20150 de un 30% a un 60%.