Muchas veces se acusa a nuestros jóvenes de falta de espíritu emprendedor. Vemos en países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania que aparecen jóvenes que cambian la historia como Steve Jobs o Mark Zuckelberg. Pero, detrás de este éxito puede no estar la mayor capacidad, inteligencia o esfuerzo de estos jóvenes y sí las facilidades que tienen para emprender.
Steve Jobs y Apple, por ejemplo, no tuvieron que pagar nada de impuestos hasta que no empezaron de facturar y salieron del garaje donde producían sus primeros hardwares. En España, desde el primer momento que te das de alta como empresa o como autónomo, empiezas a pagar impuestos. Sin importar si has empezado a facturar o no.
Pongamos el caso de una agencia posicionamiento web. En el momento en que empieza puede no conseguir ventas porque tendrá que posicionar su web primero. Pues en ese primer momento, ya estará pagando autónomos, retenciones a la seguridad social y un largo etcétera de impuestos y trabas que en muchos casos impiden la permanencia de muchas de estas pequeñas empresas formadas por jóvenes con ideas pero sin apoyo económico.
La solución a este problema es bastante clara y no es otra que la eliminación de cargas impositivas hasta que se facture un mínimo y la reducción en los primeros años de actividad de la cuota de autónomos. Es mucho mejor para las arcas públicas un autónomo que pague una cuota impositiva menor o nula que un parado al que se le tiene que pagar todo los meses una cierta cantidad de dinero.
Por todo esto se puede afirmar que Apple no hubiera podido fundarse en nuestro país. Las enormes trabas habrían hecho que Steve Jobs y compañía hubieran dejado la idea de montar sus propios ordenadores atrás al verse arruinados y sin la posibilidad de poder pagar tantos impuestos.
