El mundial de Brasil será el primero en hacer uso de medios tecnológicos a fin de determinar de manera precisa si el balón ha traspasado completamente la línea de gol. De esta forma, llega el fin de las polémicas asociadas a los llamados «goles fantasmas», es decir, aquellos que aunque el balón se introduce completamente en la portería no acaban subiendo en el marcador.
La nueva tecnología de la línea de gol (GLT en inglés) significa toda una revolución, puesto que los dirigentes de la FIFA siempre se han mostrado reticentes a la hora de incorporar la tecnología en el juego. «El fútbol convive con el error», acostumbraba a decir Joseph Blatter sobre este asunto. Según Blatter los debates generados en torno a los fallos arbitrales también formaban parte del fútbol. Defendía, además, que no se podía estar constantemente interrumpiendo el juego para comprobar si una decisión arbitral era correcta.
En cualquier caso, la incorporación de esta nueva tecnología supone el fin de aquellos «goles fantasmas» que dejaron para la historia apellidos como Larrionda, Bakhramov o Bambridge.
El punto de inflexión que llevó a la FIFA a cambiar de opinión tuvo lugar en el pasado mundial de Sudáfrica, cuando un disparo de Frank Lampard botó claramente tras la línea de gol y, ni asistentes, ni árbitros lo vieron.
Tras este suceso la FIFA ha decidido implantar una tecnología que incluye 14 cámaras de alta definición, siete por portería, que graba las imágenes en 3D y envía la palabra «Goal» a un reloj del árbitro.
Este sistema ya ha sido probado en otros campeonatos y el resultado ha sido satisfactorio. Sin embargo, puede que pese a esta medida nada evite que el árbitro continúe siendo el responsable directo de las quejas de los aficionados.