Habrá un Brexit duro. La salida del Reino Unido de la Unión Europea garantizará para los británicos la recuperación del control pleno de sus fronteras. No obstante, Theresa May, la primera ministra británica ha anunciado que el acuerdo definitivo de salida será finalmente sometido a la votación de las dos cámaras legislativas.
Así pues, en cuanto se ratifique este acuerdo, Reino Unido quedará fuera del mercado común. A partir de ese momento, el gobierno británico buscará un nuevo y ambicioso acuerdo de libre comercio con el bloque de la Unión Europea. Esto es lo que ha declarado la primera ministra en el discurso más importante de cuantos ha pronunciado desde que Reino Unido votara sí al Brexit, y en el que ha marcado cuáles van a ser las prioridades de su país en la negociación.
May ha destacado que, en primer lugar, negociará un acuerdo transitorio para evitar esa caída que temen los sectores empresarial y financiero en caso de que se llegue al final del plazo estipulado de negociación y no se haya cerrado un nuevo acuerdo comercial con la Unión Europea.
La primera ministra ha enumerado los 12 ejes sobre los que se sustenta su proyecto de separación del Reino Unido.
Como prioridad principal, May ha destacado la garantía de los derechos de ciudadanos de otras naciones que viven en el Reino Unido, así como las de los ciudadanos británicos que vivan en países del bloque.
Según la líder del ejecutivo, tras el Brexit Reino Unido controlará a toda la gente que entre en el país y que, desde luego, procurará atraer a los profesionales más brillantes para facilitarles su estancia en el Reino Unido.
“Dejamos la Unión Europea, pero no Europa”. El discurso de Theresa May ha tenido, a pesar de todo, un tono conciliador. Y ha declarado que su intención es que el Reino Unido sea el mejor de la Unión Europea.
